lunes, 24 de octubre de 2011

Kobe reabre sus puertas

Todos sabemos lo que son las obras y reformas, donde te dicen un mes, suelen ser dos (con suerte), y eso es lo que ha pasado en Kobe. Pero bueno, todo llega y por fin después de poco más de 4 meses ha reabierto sus puertas.
Lo hace en el mismo local en el que estaba en Calle Fajardo (Málaga), pero con un nuevo aire en el interior. Con un toque más moderno, pero sin perder ese aire acogedor que lo caracteriza, el local tiene ahora más luminosidad y una sensación de mayor amplitud que antes se echaban de menos.

Y como muchas veces la imaginación es la que nos da las mejores soluciones, ahora cuentan con una nueva pequeña barra para tapear o comer (eso es a elección del comensal). En ella encontraremos un íntimo rincón en el que disfrutar de la cocina de Kobe, dado que antes la barra era casi un elemento de separación debido a la estrechez del local.

Lo que no ha cambiado es el personal que hace funcionar Kobe. Ángel Hernández como propietario , Beatriz Hernández en los fogones y el servicio de la mano de Peter Pateanu. Ellos son los que nos brindan ese trato cercano y familiar que siempre ha caracterizado a este restaurante. Un lugar hecho para el disfrute de la comida en reuniones pequeñas.

Ahora que llega el frío, será el momento en el que habrá cambios en la carta, con nuevas delicias que degustar, de lo que solo podemos adelantar que, a petición de los clientes, han decidido incluir en el menú la fabada, así como algún que otro plato asturiano, en homenaje a las raíces de la familia Hernández. Eso sí, manteniendo las mismas premisas de calidad que han sido la identidad de este local desde que abrió hace ya cuatro años y medio.
Por supuesto que los clásicos de siempre permanecerán, así que si no habéis probado sus deliciosas croquetas (de jamón ó de fabada), la fideuá o el pichón de Bresse relleno, podéis tener la tranquilidad de que seguirán en la carta.

Conviene reservar, sobretodo en invierno (952.22.12.95).
Podéis encontrar más información en su pagina web http://kobemalaga.jimdo.com o en el perfil de facebook " Restaurante Kobe Málaga".








jueves, 6 de octubre de 2011

Delicias de Extremadura


Hará poco más de un año, que en una reunión con amigos, tuve la ocasión de probar una exquisitez para mi desconocida hasta entonces: la cachuela.
Entonces hace pocos días tuve la suerte de que me trajeron un par de terrinas de este paté rústico y una morcilla patatera.

Cachuela
Yo sólo he probado la cachuela de la marca que veis en la foto: Jovira, y os puedo asegurar que es deliciosa.
La cachuela es un paté que se elabora con hígado de cerdo, manteca de cerdo, sal y pimentón de la Vera.
Es típico tomarlo en el desayuno, aunque no quiero ni imaginarme el desgaste físico que hay que realizar para digerirlo, porque muy ligero no es.
Supongo que pasa como con muchas elaboraciones de la cocina tradicional, que eran muy pesadas  ya que tenían que dar un aporte calórico suficiente para poder aguantar las jornadas de trabajo en el campo y demás.
Así que, hoy en día, yo no me aventuraría a desayunarla a diario. Eso sí, tiene su peligro, porque está tan buena que es difícil parar una vez que te has comido la primera tostada.
La morcilla patatera es otro manjar que ya había catado hace unos años. Es un embutido típico de Extremadura que se elabora con magro de cerdo ibérico, grasa de cerdo, patata cocida, sal y pimentón (bien dulce o picante) . La primera vez que la comí, fue porque estaba trabajando en un restaurante donde unos de los cocineros era extremeño, así que un día tuvo el detalle de traerla para que la probásemos todos. Nos dijo que en su casa la untaban en el pan, y sinceramente de esa manera esta muy buena.
Pero yo en esta ocasión hice una mezcla y recordé uno de los platos de mi infancia.
En Asturias es muy típico tomar la tortilla de patatas con chorizo y mis padres nos llevaban mucho a un sitio que se llamaba "El Chabolu" (en Deva) a comerla (eso y los choricillos a la sidra, mmm....).
No tiene mas secreto que hacer una tortilla de patatas normal, pero añadiéndole a la mezcla el chorizo (en mi caso el otro día, la patatera) sin tripa, cortado en daditos pequeños y sofrito un poco en la sartén. De verdad probarlo, es muy sencillo pero le da un toque especial a la tortilla.

Tosta de cachuela y tortilla de patatas con patatera


Así que ya sabéis si tenéis algún amigo extremeño, o que vaya a Extremadura, pedirle que os lo traiga y probarlo, no os arrepentiréis.